miércoles, 7 de octubre de 2009

A tí, el de la luz

Luz o luz, pero no tanta luz.

No tanta luz, sabes que soy nocturna.

No tanta luz, que me deslumbra.

Cierra la ventana, que además entra frío.

Gracias mi vida, ya puedo trabajar a gusto.

Mientras, haz muchas cosas, y a la vez no hagas nada,

Así, después de reprochártelo, me quedaré desahogada.

Ahora, nada de luz.

¿Ya me has pedido perdón sin motivo?

Gracias amor, abrázame y sueña conmigo.

1 comentario:

  1. Estupenda esta melancolía vital que describes con una sencillez llena de intensidad.

    Escribes con facilidad cosas complicadas, muy complicadas de trasmitir.

    Cada día mejor, es el regalo de los días.

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