sábado, 13 de junio de 2009

Vivo en la Gran Vía

Juntas siempre, tú y yo, donde volvamos a encontrarnos, donde volvamos a tenernos, donde volvamos a ser nuestras, allí en la infinita, y tan ansiada eternidad.
Hermosa como tú sola.
Y yo sola, como tú hermosa.
La Luz De Mi Vida no se ha apagado, a veces no puedo ver, pero se que está encendida, en mi corazón su luz es tan intensa, tan fuerte, que cegaría si allí alguien abriera los ojos.
En mi corazón sólo hay lugar para ella, sólo hay lugar para ti.
La Luz De Mi Vida ilumina mi camino, aunque a veces ando a oscuras, siempre quedan sus destellos.
Espérame donde tengas que esperar, yo espero no tener que esperar mucho.
Conectaremos de un modo u otro, no sé cómo, pero lo haremos.
Se que estás ahí ,y que ahí seguirás. Se que estás en mi, y en mi seguirás. Siempre estuve en ti y tú siempre en mi estarás.
Está llegando el verano ,por fin el frío se va, ¿seguiré malhumorada o también eso se irá?
No puedo pensar con claridad.
No puedo actuar con decisión.
Vivo en la Gran Vía, reencuentro con un zapato de tacón.

Pequeña gran angustia

Nada te sacia, nada te consuela, nada te calma la angustia del alma.
Ansiedad...
Me libero un segundo.

Para empezar

Abre, despliega la escalera, quizá de esa manera consigas llegar al fondo de la cuestión…

Lleno el jarrón de flores y vacío el cenicero.
Qué extraño, normalmente solía ser al revés.
¿Ves por qué tan pronto un día está nublado como al día siguiente hace un sol radiante?
Prepara otro jarrón, vacío, sólo con agua. Y limpia un cenicero.
Veremos que sucede mañana.