jueves, 23 de julio de 2009

El columpio

Se puso a pensar en la felicidad que había perdido, en el bienestar que tanto añoraba, en la tranquilidad que necesitaba.
Se puso a buscar la felicidad que tanto añoraba, el bienestar que necesitaba, la tranquilidad que había perdido.

Día tras día, hora tras hora. Obsesión.

Y balanceándose en el sencillo columpio de sus ilusiones, comprendió que por mucho que pensara nada de ello encontraría, que por más que había buscado, nada de eso había encontrado.
Y arriba y abajo una vez y otra vez, se dijo a sí misma:

Aquí estoy yo sola. Sólo oigo los sonidos que quiero oír, sólo tengo sensaciones que adoro sentir. ¿Será esto la felicidad? ¿Será esto mi felicidad?.
O estoy en lo cierto, o estoy soñando.
Estoy soñando, pero estoy feliz.