miércoles, 22 de julio de 2009

Verano de cambios

Pelo castaño, cada vez más claro a causa del sol.
Largo y liso, muy largo, muy liso.
¡Qué vestido! El que siempre quiso.
Ahí va, tranquila y serena, con ganas, con ganas como nunca.
Caminando con paso firme, aunque tropezando a menudo.

Disfrutando de los olores tan increíbles que le ofrece esa ciudad en esta época del año.
Observando las flores, observando los coches, analizando los distintos caminares de las diferentes personas. Cada una un mundo, piensa.
Qué sonidos y qué ruidos, todos mezclados por este camino, haciendo de éste un paseo enormemente agradable.
Le ha costado mucho. A veces no se reconoce.
Gesto feliz y relajado, antes siempre estaba ajado.

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