domingo, 14 de junio de 2009

Dependencia

¿Sabes esto que uno siente cuando de pronto sufre una decepción, tan por sorpresa, tan inesperada, tan imprevista y repentina?
Así se debió sentir el caracol cuando esperó y esperó y al fin comprobó que su concha no volvería a por él.
Es lo que tiene depender de algo o de alguien.

2 comentarios:

  1. Genial!!
    La imagen de esta metáfora es sorprendentemente original.
    Define, sugiere; es contundente.
    Un microrrelato genial.

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  2. Gracias y mil gracias.
    Eres mi concha, ¿volverás a por mi?, seguro que si, tu también dependes de tu caracol,¿no?
    Besitos babosos.

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