-¿Qué encontramos esta mañana de caluroso sol y fresca brisa?
-Bueno en realidad no son precisamente buenas noticias lo que tengo que decirle…
-Adelante, adelante, no exagere, ya le anticipo que nada podrá nublar esta magnífica mañana de verano.
-Pues verá Señor…
-Diga, diga, no se acobarde, nada puede ser tan malo.
-Señor… Inesperado, su perro, ha vuelto a orinar en el sofá…
-¿Pero cómo ha podido ocurrir? ¡No puede ser!
-Se lo advertí Señor, no eran buenas noticias.
-Cuánta razón tenías, ¡cuánta razón! Cierra las cortinas, el día hoy es gris.
domingo, 14 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Lo inesperado, la sorpresa siempre puede suceder con alguien que se llama Inesperado...
ResponderEliminarMe gusta mucho el tono relajado que manifiestas frente a una contrariedad.
Magnífico en la sencillez.
Me dejo llevar por el buen criterio de Ángel y me llevo una gratísima sorpresa, una lectura fresca e ingeniosa, su sencillez esconde una gran profundidad, para pensar "sencillamente" en las complejidades de la vida.
ResponderEliminarNo es fácil decir tanto tan llanamente, te leo gustosamente.
Besos.
Muchas gracias Montse,recibir tu comentario me ha llenado de satisfacción.El que de alguna manera se entienda qué quiero expresar con tan poco, o de una manera tan sencilla, es muy gratificante para mi.
ResponderEliminarUn beso y gracias de nuevo.